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Tal como lo explica Juan Pablo II (Laborem Exercens, 1981), la dignidad del trabajo demanda características específicas sin las cuales, el valor personal del trabajo no puede ser alcanzado totalmente. Dichas características están descritas en términos de la dimensión subjetiva del trabajo, constituido por la capacidad de actuar con responsabilidad, creatividad y un sentido de vocación (1981). En todo caso, estas características pueden ser entendidas mejor si se les mira desde una perspectiva filosófica de subjetividad o de ética de primera persona. Según Wojtyla (1978a) es importante notar lo siguiente: Cada uno de nosotros experimenta la estructura de auto-dominio como algo esencial al "yo" personal, como algo que forma la subjetividad personal del hombre, mientras experimenta un valor moral, bueno o malo.
De esta forma, el argumento a favor de un enfoque subjetivo no es simplemente un cambio de perspectiva (Wojtyla, 1977a), sino un fundamento epistemológico marcadamente diferente según el cual las virtudes personales en el trabajo se explican y aprenden de una manera diferente.
Así, la DSI (Doctrina Social de la Iglesia) —particularmente desde los trabajos de JPII —es caracterizada, no sólo por una aplicación original de la ética de dignidad en el trabajo personal, sino también por un entendimiento del trabajo en su perspectiva subjetiva, de primera persona. Es un punto de vista valorable, según el cual, en nuestra opinión, la educación moral de los futuros profesionales puede ser reformada hacia un impacto creciente en su carácter.
Por otro lado, la DSI, además de contar con el mérito propio que corresponde a un a un completo sistema de pensamiento, se ha nutrido de diferentes argumentaciones filosóficas —particularmente, filosofía clásica y fenomenología—como una forma de establecer conexiones interdisciplinarias con otras corrientes y audiencias no católicas. En este sentido, la ética de la virtud (VE en adelante), particularmente neo-aristotelianismo o Nueva Ley Natural, ha consistentemente entregado argumentos acordes con la DSI, permitiendo la integración con otras disciplinas y ciencias prácticas tales como el derecho, administración, educación, psicología, etc.
Sin embargo, sostenemos que una teoría de la ética del trabajo vista desde la ética de la virtud en línea con la DSI no ha demostrado, aún, avances mayores. Por ejemplo, ni MacIntyre en su filosofía neo-Aristotelica, ni John Finnis en su nueva Ley Natural, han mencionado el concepto de "ética profesional", pese a que han desarrollado varias ideas filosóficas sobre las cuales podría construirse la ética del trabajo.
De acuerdo con esto, nuestro proyecto busca formular una aplicación de la teoría de la ética de las virtudes virtue centrada en los principios de la dignidad. Queremos mostrar que quienes trabajan, que apuntan a ser éticos en el sentido de perseguir el completo arraigo de ideales y requisitos de una vida bien vivida, deberían aspirar a conducirse con creatividad, responsabilidad y un sentido de vocación, dignificando, así, su propio trabajo y la vida de los demás.